lunes, 5 de diciembre de 2011

Cómo subsistir siendo un club de barrio


Los clubes de barrio han sido históricamente espacios de encuentro y socialización, lugares donde las asambleas barriales y los debates populares tenían un por qué. Hoy, la historia de muchos de estos clubes refleja una realidad diferente. La falta de recursos económicos, intereses que buscan vender estos espacios y el signo propio de una época que parece haberlos olvidado, son algunos motivos que impulsan desde hace tiempo su progresiva desaparición.
Se viven momentos de mucha inseguridad. Hoy caminar por la calle ya no es lo que era antes. La juventud está pasando por una “crisis” donde varios factores afectan a quienes el día de mañana nos pueden llegar a representar.
La falta de armonía en hogares conlleva, muchas veces,  a que las familias se destruyan. ¿Pero cuál es la raiz de este problema y en qué deriva? Fundamentalmente el factor económico en el 90% de los casos suele ser el disparador. Esto genera que los chicos tiendan a abandonar sus hogares y a refugiarse en la calle. Entonces, surgen infinidad de situaciones aleatorias que pueden tener diferentes finales: la falta de dinero para poder alimentarse indefectiblemente deriva en robos y/o arrebatos con las consecuencias que se sabe puede llegar a tener esto. Aquí aparece el primer factor. La inseguridad.
Una vez que esto sucede, es una “bola de nieve que no deja de rodar”. Los problemas de subsistencia, como la alimentación, el frío y la falta de contencion, hacen que este mal se agrave cada vez más; y allí aparece otro factor: la drogadicción y el alcoholismo.

Se podrían enumerar miles de situaciones, pero estás dos van de la mano y necesitan una solución y alguien debe hacerse cargo.
Los clubes de barrio, aquellos que siempre cobijaron jóvenes que soñaban con triunfar en algún deporte e insertarse socialmente, ya no son lo que eran. En Rosario, desde hace algunos años (2007), los mismos dejaron de recibir  apoyo gubernamental e indefectiblemente no pudieron ser sostén de estos los niños que atraviesan esta probemática generalizada, que cada vez es más grave.
Entonces, ¿qué son y para que están hoy los clubes de barrio? Qué son y para qué están no es una respuesta que este medio pueda dar, pero está claro que deberían ser quienes intervengan este tipo de situaciones. ¿Pero cómo? Con apoyo, con sustento que debe venir de las autoridades.
En este sentido, uno de los ejemplos es el club Atalaya, que está viviendo una etapa de transición con una comisión directiva joven que asumió el 26 de mayo de 2008. Alejandra Borches, tesorera del club, dijo que cuando ocuparon el cargo, se encontraron con aproximadamente 85 mil pesos de deuda. ¿Cómo hizo este nuevo grupo de personas para superar esta dificultad? “Hubo donaciones, se vendieron publicidades, y tuvimos una de las mejores temporadas de verano donde ingresaron alrededor de 120 mil pesos”, concluyó Borches. Alejandro García, secretario, agregó: “Con orgullo podemos decir que se saldaron muchas deudas y el club cuenta con un fondo como para seguir pensando en hacer obras”.          
            Otro ingreso adicional que tiene Atalaya es la concesión del buffet que actualmente se encuentra bajo un plan de amortización. Esto quiere decir que lo que se le cobra a la persona que se hizo cargo del bar es un dinero menor al que se tendría que atesorar. García aclaró: “Cuando se termine ese plan, ingresará un dinero superior al que ingresa ahora. Es decir, estamos en una etapa de transición y reacomodamiento económico”.           
            Un tema importante a tener en cuenta, es que Atalaya es un club de básquet. Pero la paradoja que se da es que es la única actividad que le genera pérdidas al club. “Lo que ganamos en básquet solamente es lo que se genera con las recaudaciones de los partidos, pero con esta crisis mundial, las recaudaciones disminuyeron y eso nos está generando pérdida”, subrayó el secretario del club.     

            Por esta situación, un dirigente de Tiro Suizo, le confirmó a este medio que de su bolsillo tuvo que hacerse cargo de varios jóvenes que estaban socialmente marginados y que en su propio barrio eran tildados de ‘rateros’. “Yo observaba que algunos de los chicos tenían condiciones deportivas como para crecer en la sociedad, pero el entorno los absorbió, por eso decidí hacerme cargo de ellos y pagarle su cuota. De hecho, uno de ellos hoy es profe de la colonía en el verano y se gana sus propios pesitos”, declaró un dirigente que decidió quedar en el anonimato.
Lo que quedó claro, como se dijo anteriormente, es que para muy pocos funcionarios hay otro tipo de prioridades que para la mayoría no lo son. Evidentemente para esta gente, 600 millones en el fútbol profesional son más importantes que unos pocos pesos para ayudar a miles de chicos en situaciones límites.











Preplanificación:
Tema de interés periodístico: La desatención a los clubes de barrio.
Propósito: convencer.
Medio: blog (digital).
Audiencia: público general.
Tipo de texto: argumentativo.

Planificación:
Punto de partida: La falta de subsidios a los clubes de barrio.
Propósito (hipótesis): La falta de apoyo económico por parte del gobierno hace que los clubes no puedan cumplir su funcion, que es la de captar chicos de la calle y sacarlos de situaciones marginales.
Arg. 1: El gobierno no es consciente de lo necesario que es para los clubes la ayuda economica para poder cumplir sus funciones.
Arg. 2: Los clubes necesitan un sustento económico para poder subsistir.
Arg. 3: Invertir en el fútbol de primera división hoy, para el gobierno, es más importante que colborar con los clubes barriales.
Conclusión: Se reforzará la proposición en defensa de la necesaria acción conjunta de las autoridades públicas y los privados para colaborar con los clubes barriales para que estos, no sólo sigan existiendo, sino que además puedan cumplir con su rol social.

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